Sin título
2002
Fílmico 16 mm.
10 min.

Un fundido de negro a blanco de la duración de una lata de fílmico estándar (aprox. 10 min.), mientras, escuchamos el sonido del proyector y el ruido amplificado que genera el lector óptico cuando hay silencio. El proyecto expone los elementos básicos del cinematógrafo: luz y movimiento.

B01 filmico

Aunque observándolo desde hoy resulte extraño, no fue hasta enfrentarme con las complicaciones de llevar a cabo este aparente simple proyecto, que pude generar un concepto más o menos claro sobre la especificidad del soporte a partir de sus errores. Mi idea era enviar a un laboratorio las instrucciones ‘realizar un fundido de negro a blanco en la duración total de una lata de fílmico estándar’, y a los pocos días recibir el material terminado, listo para proyectar, pero no fue lo que sucedió. Después de un año de tratativas con el laboratorio más importante del país, y notando su desconcierto a tan simple pedido, tuve que disponerme a realizarlo manualmente. Aunque fue cronometrado, el movimiento del diafragma es imposible que sea regular, hay leves saltos de exposición, pero sobre todo, la ausencia de una imagen que remita a un espacio u objeto conocido hace presente la textura móvil e irregular de las (im)perfecciones del material fílmico. Ese fundido regular, automático, perfecto, y ese negro absoluto difuminándose hasta la mayor luminosidad posible en un celuloide, quedaron reducidos a decisiones de mecanismos, aparatos, programas, y ambientes.

Me pareció evidente que si en un ejercicio tan reducido en variables y elementos resulta imposible escapar de estas decisiones ajenas a nuestros imaginarios de tecnología, no habría forma de escapar de ellos.

Sin Titulo (2002)